Após a oitava semana consecutiva de manifestações sociais e forte repressão, uma declaração da ONU relatou pelo menos 42 mortes no país. Constou, também, que muitos Haitianos não podem acessar aos serviços básicos, como água potável, remédios ou alimentos, há escassez de combustível e a maioria das escolas está fechada. Tudo isso resulta em mais desemprego, mais fome e mais raiva.

Embora os protestos mais fortes tenham começado em setembro, o início da indignação generalizada pode ser visto desde o mes de  fevereiro passado,  devido à uma  grave situação econômica que vem tomando conta do país . A reação da população acabou explodindo em junho, quando um relatório do Superior Tribunal de Contas foi publicado, no qual atos de corrupção são investigados em torno da gestão dos fundos do programa Petrocaribe. Esse escândalo envolve membros do atual governo que supostamente destinaram milhões de dólares para projetos não executados, especialmente pelo presidente Jovenel Moise, que tomou o poder ja fazem dois anos e meio.
Desde o mês de setembro passado , grande parte da população está protestando em intensas manifestações de rua contra a corrupção, mas também clamam por educação adequada, moradia decente, água potável, serviços de saúde, justiça, entre muitos outros direitos. Mas a repressão oficial se combina com  ações de grupos mercenários e paramilitares  suspeitos de agirem em conluio com o governo, usando das manifestações para gerar mais violência a fim de proteger seus privilégios e deslegitimar e intimidar os protestos.

Embora exista fortes evidências de corrupção, o presidente tem ignorado , de forma contumaz,   as várias acusações. Isso se agrava pela  imposição de um estado de miséria e desespero que se estabeleceu no Haiti como um novo modo de vida. Não há respostas claras por parte do presidente Moise que manifestou diversas vezes sua intenção de não renunciar ao seu cargo.
A RESLAC se mantém constantemente  informada sobre a situação naquele país através de seu membro local Devoir de Memoire - Haiti, porque realmente a cobertura internacional desses graves eventos  tem sido negligenciada ou muito escassa. Isso evidencia que a  distribuição desigual e parcial de informações, apesar das modernas tecnologias de informação disponíveis , não é um fato do passado. O Haiti está enfrentando uma guerra e uma grave crise humanitária, mas este fato é  virtualmente silenciado a nível internacional.

CAOS, MASACRES Y MISERIA EN HAITÍ

El país atraviesa una situación crítica producto de un gobierno que no responde a las demandas básicas de la población. Desde la RESLAC, seguimos con preocupación la realidad del país, muy poco difundida desde los medios de comunicación. Llamamos a la comunidad internacional a prestar debida atención a la grave e inaceptable situación humanitaria.
13 de octubre de 2019

Luego de la octava semana consecutiva de un estallido social y una fuerte represión, un comunicado de ONU informó al menos 42 muertes. Además expresó que muchos hatianos no pueden acceder a servicios básicos como agua potable, medicina o alimentos, existe desabastecimiento de combustible y la mayoría de las escuelas están cerradas. Todo esto resulta en más desempleo, más hambre y más rabia.

Si bien las protestas más fuertes comenzaron en septiembre, el inicio de la indignación generalizada puede verse en febrero debido a la grave situación económica y la población terminó de explotar en junio, cuando se conoció un informe de la Tribunal Superior de Cuentas, en el cual se investigan actos de corrupción en torno al manejo de los fondos del programa Petrocaribe. Este escándalo involucra a miembros del gobierno actual que supuestamente asignaron millones de dólares para proyectos no ejecutados, especialmente al presidente Jovenel Moise que tiene 2 años y medio en el cargo.

Desde septiembre, gran parte de la población se encuentra en la calle protestando contra la corrupción pero también por educación adecuada, viviendas dignas, agua potable, servicios de salud, justicia, entre tantos.

Pero la represión se combina con el accionar de grupos mercenarios que se sospecha son cercanos al gobierno, que utilizan el estallido para generar más violencia, protegiendo sus privilegios y deslegitimando y amedrentando a las protestas.

Aunque hay pruebas contundentes de la corrupción, el presidente ha ignorado totalmente las acusaciones además del estado de miseria y desesperación que han establecido como el nuevo modo de vivir. No hay respuestas claras por parte del presidente que ya desistió de renunciar.

La RESLAC se mantiene informada a través del miembro local Devoir de Memoire – Haití, porque realmente la cobertura internacional de estos graves sucesos ha sido muy escasa, lo cual muestra también que la desigual distribución de la información a pesar de las tecnologías de la información disponibles, no es un hecho del pasado. Haiti está enfrentando un estallido y una grave crisis humanitaria pero está prácticamente silenciado a nivel internacional.